La historia de Gosaarte
Enclavado en el norte del Estado de Aguascalientes, donde los paisajes semiáridos se entrelazan con una tradición agrícola que data de siglos, nace una historia que se ha convertido en motivo de orgullo regional: el ascenso del vino de mesa como un referente de calidad y pasión.


Tierra de tradición vinícola
Días calurosos y noches frescas
Tras varios años de prueba y error, el equipo descubrió que las variedades tintas como Malbec, Merlot, Grenache, Savingnon Blanc, y otras más, se adaptaban maravillosamente al terroir único de la región.
En el año 2021, Ignacio González y Roberto Arévalo, visionarios decidieron apostar por una transformación audaz. En un terreno que durante generaciones había producido vides para uva globo, germinó una idea que parecía un sueño lejano: cultivar uvas de alta calidad para la producción de vino. Guiados por su pasión y el deseo de colocar su sueño como Sommeliers en un lugar más alto. Con la asesoría de una Enóloga de gran calado – Carolina Arce- y un profundo respeto por la naturaleza, lograron perfeccionar sus técnicas de cultivo y producción.
El éxito inicial encendió una chispa de esperanza en una comunidad que comenzó a creer que el sueño era posible, al agotarse nuestra primer cosecha y ser ganadores de una medalla de oro.
Con el paso del tiempo, la aventura se cristalizó con dos etiquetas mas, Grenache 2023, un rosado exquisito al paladar, y un Malbec 2024 con una personalidad fuerte y elegante en cada degustación. No solo se logró consolidarse como noveles productores de vinos de alta calidad, sino que también impulsó un movimiento cultural en torno al vino. Su participación en Festivales de Vino en México y la excepcional ruta del vino en los barrios fundacionales de Aguascalientes atrajeron a visitantes de todo el país, generando un impacto económico positivo para la región.
Hoy, GOSAARTE representa más que una bodega; es un símbolo de perseverancia y visión que cada botella cuenta una historia de raíces profundas y pasión infinita.